LATAM - Yo me voy pa' Palenque

 Casi no me despierto al llegar a Villahermosa. Menos mal que tienen las maletas etiquetadas pues el conductor ya estaba en mi búsqueda. Bajo a la prisa, torpe con las cosas, tengo ganas de fumar.


Salgo al exterior de la terminal "¡taxi!", si quiero un pinche taxi lo veo pesao. Miro el GPS, sé que el hotel está a unos 15 min en línea recta, son las 23h40, no manches qué tarde. "Señor por aquí alcanzo al río?" "Si pero tome cuidado vea". Ya empezamos con los miedos.

15 minutos algo eternos, sujeta a mis cosas, mirando a todas partes de forma sutil, segura. Por mi cabeza pasa una y otra vez parar un taxi, pero tampoco estoy para que me timen en el precio. Curioso, el precio o la vida. Hasta beso el amuleto que llevo, todo va a salir bien.

Llego al hotel, el muchacho me está esperando, pobre. Me da las llaves y me muestra la habitación. Es un cuartito pequeño subiendo unas escaleras, con una cama individual y un aseo modesto. Está fresquita por el aire, veo que el baño está inundado, pero no le doy mayor importancia. Me aseo y me tumbo, tengo smart TV, así que me relajo con lo primero que veo "Vacaciones robadas".

05/10/2024
Me despierto aunque no tan pronto como días pasados. Me aseo y bajo a por un café que me fumo en el patio del hotel en lo que atiendo el teléfono y hago tiempo hasta la recogida que es a las 9h00. Cuando se acerca la hora recojo mis cosas y espero en la puerta de entrada. ¿Podéis dejar de mirar todos los pinches carros que pasáis? Hasta la poli que va en bici hace sonar la campanita. Qué incomodidad. Mi mosca detrás de la oreja me dice que llame al proveedor, otra vez, para verificar que está todo bien. Que ojo tienes Lorena "el transporte demorará unos 40min". Listo, me vuelvo adentro y me pongo a leer. A los 5 min aparece un señor por la puerta del patio que me saluda, que casi interpreto como guia, pero que no es; y le digo "¿italiano?". Como tengo dos ojos, acierto con esto también, del sur, Calabria y se llama como mi nonno Ciro, que además se lo digo (ti amo nonnino li dove sei ora). Charlamos un rato, es barman, también viene por bastantes días. Nos damos los insta y todo. Me cae bien porque acorta distancia pero desde el respeto. Es un tipo natural, me alegra haber compartido un rato, que halague mi italiano y que haga este tipo de viajes a mi edad "yo crucé el gran charco con 34, ahora estoy intentando hacer los viajes largos para de mayor, hacer los cortos". Tiene sentido. Se va a afeitarse y yo sigo leyendo.

Sobre 9h40 llega un muchacho a recogerme y para mí sorpresa no es un bus, si no un coche, y va solo. En resumidas cuentas el tour de 6 días que yo he contratado se vende por separado, y en el día de hoy voy a ir con chófer particular. Se llama Eddie. Esto no me lo explica él, pues no es muy hablador, al menos, no si no le pregunto o comento yo algo. Me lleva entre el terrible tráfico de Villahermosa cruzando el mercado, algo pobre, por lo visto la zona en la que estaba alojada es lejana al centro y algo peligrosa. Pero para el local todo es peligroso, aunque no dudo que así sea. No voy a tentar demasiadas veces a la suerte (ni con todos los amuletos del mundo). Me da algo de pena lo que veo, intento sacarle tema de conversación sobre la desigualdad y demás, pero no fluye demasiado la conversación. Es escueta. Así que le pregunto dónde vamos.

Me lleva de camino al Museo de la Venta, donde hay una especie de zoo y esculturas olmecas. Tengo entrada incluida y me dice que me demore el tiempo que considere. Nada más llegar se cruza un coatí en libertad "hola hermoxooo" "vas a ver varios dentro". De repente me hace más ilusión ir a este 'zoo'. Hay monos, los monos araña son muy divertidos, coatís por todo el parque sueltos, comienzo la ruta arqueológica y voy viendo varias esculturas de la época olmeca. Estoy rodeada de bosque, y eso me encanta excepto por los pinches mosquitos, así que voy medio danzando y dándome golpes en las piernas a cada pequeña sensación en la piel. Leo que hay osos hormigueros, zariguellas, ardillas y monos aulladores. "Ven monito, ven. Ven osito ven". Muy a mi pesar no veo ninguno pero la familia de coatíes me enternece el alma. Me entretengo por los caminos, saco fotos, videos. Leo carteles pero no demasiados. No manches ¿una pantera y un jaguar? Normal que la pantera duerma y ni despierte en ese infierno y el jaguar mire para otro lado indiferente a la carne fresca. Qué penita. En el parque también hay una especie de jabalíes, ciervos, aves, serpientes, y un zorro que no se deja ver. Sigo sin estar a favor de los zoos, pero inevitablemente disfruto de esta mezcla de selva y estatuas.

Eddie está listo, le pido fumarme una cigarro y dar una vuelta por el paseo al borde del río. Aprovecha y fuma él también, creo que en este Estado no somos tan apestados los fumadores por un par de indicios que veo. Tenemos dos horas a Palenque, me va a dejar en el hotel, pero antes me ofrece dar un paseo por el centro, cosa que agradezco porque yo misma se lo iba a pedir. Vemos la catedral y poco más, en el fondo, no hay mucho que ver. Emprendemos camino.

El trayecto es un poco muermo, la música la pone flojita por mucho que le diga que no me molesta, las preguntas que me hace son del tipo "viajas sola" "estás sola (soltera)" "¿tomas?" (que si bebo) y me dice que es su día de suerte. Pff que pereza. No me incita sacarle tema de conversación, hasta me duermo un poco en el trayecto. Y las cuatro cosas que le pregunto se resumen en conversaciones escuetas. Al final se me va a hacer largo.

El camino mola, hay muchísimo verde, frondosísimo, me entretengo mirando copas de árboles y campo abierto para ver animales, creo ver un lagarto amarillo en la copa de un árbol, halcones, vacas, caballos y algún perro entre las colonias que aparecen por el camino. Hay muchas casas bajas de campo, otras tipo fabelas o tipo ranchos a cada lado de la carretera. Y comprendo que esos poblados están unidos de alguna manera pues también hay iglesias y escuelas (mucho niño mire donde mire, para un país con 84 millones de personas y ciertos grados de pobreza y violencia, no sé yo). Esa gente se busca la vida montando restaurantes, cafeterías y puestos de comida de carretera, tiendas o como vendedores ambulantes. También veo alguna ranchera transportando vacas a las que miro a los ojos y parecen saber cuál era su destino próximo. También veo caballos ensillados o montados.

Es un paisaje peculiar hasta el punto en el que creo que Eddie, al preguntarle por la comida en el Museo me dice "de camino", pero que de camino no tiene ni de coña intención de parar. Vete a saber, aunque yo me quedo con ganas de pararme en alguno de esos puestecitos incluso algún restaurante más coqueto que veo.

Pasamos por una aduana que une tres estados: Chiapas, Tabasco y Campeche. Menos mal que el tipo me hace algún comentario, porque eso de que es guia-conductor, ni un poquito, solo conductor.
Vamos llegando a Palenque, e irremediablemente le suelto "es un pueblito veo" porque todo son chozas, puestos callejeros, y caos de gente de aquí para allá a pie, en moto sin casco... se me haría el ano pequeño si no fuera porque justo hoy y desde anoche es mi primera caca blanda (no llega a diarrea, pero los apretones, madre mia). Me consuela diciendo que es una colonia, doy por hecho que la ciudad está un poco más adelante, porque él no dice nada más, obvio. Seguimos avanzando, cruzamos una zona algo más civilizada, una glorieta con una escultura Maya y las letras de Palenque en colores; la siguiente también. Pero seguimos avanzando y lo dejamos atrás. Señor dónde cojones me lleva.

Bueno pues el hotel perdido en el culo del bosque, muy chulo sí, pero en el culo. Pa una tarde que tengo y me lo complicas wey, al menos me hubiese acercado caminando pero es que ni esas. Además aquí oscurece a las 18h y de los pinches taxis me fio poquísimo. Esta anécdota no la he contado pero el día que salimos de fiesta a Santino en Puerto del Carmen, las chicas se emperraron en coger uno del cual nos fuimos sin pagar porque el chavo dijo un precio y luego quería cobrar otro.

Llego al hotel, tengo habitación, me confirman que para dos noches. La habitación es amplia, paso de una cama bien chiquita a una donde perfectamente caben 4. Tengo balcón y el baño está bien. Me instalo, me descago, bajo a comer en el buffet, me llaman los mamones de mis amigos enzarzados en casa, me subo. Se que puedo ir en taxi al centro pero no me apetece complicarme, así que leo. Me bajo a la alberca porque oigo mucho jaleo, así que me bajo a leer allí y de paso me doy algún chapuzon. Me ducho. Me termino el libro (gracias Karla). Quisiera verme la peli pero aunque tengo Hdmi y la tablet, no me llega el WiFi así que desisto. Pongo la tele y está Caso Cerrado jaja tiene gracia verlo en directo. Mañana salimos a las 5h30 (verga!) así que manejo esta sensación de abandono, del viajar sola y creer que no estoy aprovechando bien el tiempo, y al hacerlo, que le evoquen a una los miedos y pesares. Me resigno un poco y me consiento, no olvides dónde estás (hemos dicho que no tentariamos a la suerte!) Y la intuición no suele fallar. 

Estoy hasta el coño de notar cosquilleo por todas partes putos bichos. 
Viajar sirve para darte cuenta que como en casa, en ningún lado. Soy demasiado europea y blanquita, aunque me siente de muerte este morenito y le esté ganando la batalla a los mosquitos.

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