LATAM - Primero de octubre

 Me levanto temprano, le estoy cogiendo gustillo a esto de madrugar (será por eso que los días se me hacen tan largos?) bajo a por un café y un sándwich al 7eleven, escribo, preparo las cosas y me voy al punto de encuentro. Hoy visitamos las ruinas de Tulum y otro cenote. 

Sobre 7h10 llega el mini bus y el guía llamado Sandro. Lo conozco de las buenas reseñas de Civitatis. La primera impresión es un poco como la que tengo de Wendys, parece que sólo comienzan a mostrarse como son una vez pasada la recogida de pasajeros. Eso me hace pensar en mi forma de ser como guía, recibiendo con alegría, dando explicaciones una y otra vez, dando detalles desde el principio... en fin. Formas de actuar diferentes. 

Recogemos a todos los pasajeros y vamos dirección a Tulum. El tour será en dos idiomas, inglés y español. El discurso de Sandro me empieza a cuadrar más con su personalidad, es simpático y domina el bilingue que da gusto. Se nota que tiene el discurso practicado. Por cierto, no lo he dicho, pero nada más subir me encuentro con la pareja de rumanos que vive en Castellón, Aurica y Demetrio (al que llamaré Dimitri, obvio). Me muestran su estima pidiéndome el teléfono y preguntándome sobre mis planes para invitarme a su hotel. "Eres una persona que piensa en los demás más que en sí misma" me dice cuando ve que me cambio de asiento para dejar subir a la última familia que sube a bordo. Estaria mal que después de tantas veces que tuve que pedir en mis autobuses no separar familias, venga yo a hacerlo ahora jaja. Pero sí, aunque está feo que sea yo quien  lo diga, me encanta ser esa clase de persona que interactua con todos los del grupo, ayuda, (se entromete), comparte. 

Llegando a Tulum, Sandro nos explica algunas normas del recinto, como que no se puede entrar con botellas de plástico, así que graciosamente nos invita a esconderla en bolsillos anchos porque solo registran mochilas. Dice mucho de él con este simple gesto. 

Conozco a Ángela, colombiana que reside en Mallorca y trabaja en turismo, de hecho conoce mi agencia, Viajes Amedida. Y a su hijo Santi, que está más fuerte que el vinagre y hoy cumple 19 años. Menudo regalo te ha hecho tu madre campeón. A todo esto los rumanos me siguen pegaditos como una lapa, ahora, somos 5. 

Sandro nos dice que vamos a caminar mucho. Ese caminar mucho me lo conozco. Cuando Wendys decía que íbamos a caminar 15 min, eran 5. Que para el cenote había 40 min, eran 10. Lo más largo fue entrar al recinto, unos 500m? No entiendo de distancias, pero vaya, que hicimos una línea recta y no caminamos a lo sumo más de 25/30 min. Por eso cuando vienen a Europa esas reacciones y ese cansancio. No están acostumbrados a caminar. Eso sí, el calor, terrible. Lo de sudar todo el día no lo llevo del todo bien, me doy asquito, y con la camiseta verde se me empapa todo el pecho menos las tetas, es divertido. 

Las explicaciones son muy buenas, refrescamos info de ayer en Chichen Itzá sobre los mayas, como deforman las cabezas de los bebés al nacer, los dioses, la forma de vivir. La rumana se queja de que es lo mismo de ayer (señora suelteme el brazo!) y, de la forma mas amable que puedo, le digo que asi retenemos mas información. No me seas quejica. 

Estas ruinas son diferentes, aquí adoran al Dios de la miel principal producto de la región. Es un Dios representado boca abajo, sujetando un tarro y las piernas hacia arriba. Tulum de hecho significa tierra que apesta, por los pantanos que lo rodean de agua estancada. Son unas ruinas al borde del acantilado, es un lugar muy verde y bonito. Hay iguanas por todas partes que asoman entre las ruinas, que toman el sol en rocas o que se comen frutos que caen de los árboles. Sandro nos da buenos tips para fotos, también para comer, nos cuenta que tiene 7 hijos (concha tu mare!) Le pregunto que qué tal su mujer y me dice que quiere otro (verga!) "Señores ya saben, a dejar propinas" digo graciosamente. De nada muchacho. Tiene 59 años y parece que tenga 40. 

Los rumanos me siguen, van conmigo donde vaya, quieren caminar. Vamos a los puntos estratégicos de fotos, allí nos reencontramos con los mallorquines, y vamos juntos a la salida. Comemos en Maria la Bella, o algo así, todos los pasajeros del tour estamos aquí. Los de Tenasse o como se escriba se dirigen a mi a cada rato, me preguntan cosas, hablan conmigo. Son una pareja simpática y sufren que aquí no tienen tantas salsas como en EEUU (en serio? Si solo coméis comida basura!). La mayoría piden ceviches, Aurica camarones plancha y yo fajitas de camarón que vienen con frijoles, arroz y guacamole de guarnición. Muy bueno todo. Sandro nos invita a tequila y brindamos con él: "extiendo el brazo, doblo el codo (a la altura del corazón y con la mano izquierda, como en el tercer tiempo de rugby o fútbol americano), salud para todos y me lo chingo todo. (Te tomas el tequila y...) Viva México cabrones!!".

La comida está muy buena, al pagar nos quieren hacer el lío con la propina pero somos españoles, a nosotros no se nos impone y menos el 15% malandro, conseguimos pagar (450 pesos y 50 de propina) y volvemos al bus. De camino al cenote hay 45min "está en medio de la nada". 

Llegamos y wow!!! Es espectacular. Es un cenote semi abierto Nah Chich se llama. De 4 a 10 metros de profundidad, agua totalmente cristalina y pura, aquí sí que se ve el fondo para alquilar gafas. Nos cambiamos, duchamos y bajamos. Sandro nos ha dicho que está congelada (eso me recuerda a la ruta dels 7 gorgs en Catalunya, la única vez que el agua estaba tan fría que me cortó la respiración), pero igual que el caminar, exagera. Está a la temperatura perfecta para aplacar las calores de día. Demetrio, Ángela, Santi y yo nos zambullimos con nuestros chalecos obligatorios, y casi que lo agradezco, te relaja al nadar. El agua de los cenotes no es salada y tiene tantos minerales que es muy pesada al nadar. Me adentro a la primera cueva con Demetrio, da respeto pero me recuerdo que ahí dentro no hay bichos grandes, solo murciélagos que revolotean por las estalactitas. "Dimitri tu ya estás acostumbrado con Drácula eh" soy tontisima jaja. Seguimos el recorrido por el lateral hasta la otra parte de las cuevas, Dimitri se caga con las piedras y va por fuera; Santi, Ángela y yo vamos por dentro en lo que mamá Aurica nos graba y saca fotos. Ayudo a la pequeña de una familia a nadar, la veo en apuros y temblando de frío, 7 añitos tiene esta bebota. Hubiese hecho todo el tramo con ella si me hubieran dejado. 

Esto es espectacular pero lo mejor está por venir. Vamos hacia el fondo de las cuevas y unas linternas a lo lejos nos descubren a unas personas que están en otra cueva escondida pasada las estalactitas. Madre mía esto es increíble ojalá haber comprado la mierda esa para sumergir el móvil, pero el miedo de que sea defectuoso, le entre el agua y me quede sin mi herramienta primordial no me lo permite. Retina grábalo todo. El fondo aquí sí que es profundo, y aunque no hay casi peces, la forma de las rocas me deja impresionada. Un guía gordo, que ya se las había dado de sabelotodo en el tramo lateral, nos echa de allí diciendo que sin guía no podemos estar. "Pues no es usted guía?, pues ya estaría". Ya déjeme pinche pendejo, ya nos estamos yendo y si tanto se preocupa ilumine la salida, gracias. Ángela tiene el mismo humor que yo así que nos lo pasamos teta, y Santi aunque callado, disfruta. 

Volvemos con el resto, nos dejan entrar a esa parte del cenote sin chaleco, nos tiramos en bomba y dando una voltereta ("que tal tus riñones?" puto Dimitri jaja). Ahora sí que se nota la pesadez del agua. Nadamos un poco más y nos salimos para cambiarnos y volvernos. Sandro nos muestra una foto de un mes atrás en la misma zona de un puto jaguar paseando por ahí de día. Dice que eso sólo ocurre si está enfermo o herido. La foto es increíble. Dice que él no ha visto nunca pero panteras si. Eso me hace mirar cada rincón de la selva desde ese momento. Ven lindo gatito, ven. 

De regreso al estacionamiento nis cruzamos con otros grupos y veo a dos muchachos que me resultan conocidos "vosotros sois los extremeños que llegastéis en mi vuelo, donde está el tercero en discordia?" que ojo tienes chavala. El tipo pa algo tocado por el alcohol y quiere ligar, ya frénate amigo, no iba por ahí.

A la vuelta en el bus, Sandro nos invita a un digestivo maya que dice 'es difícil de encontrar', elaborado con miel, 30% alcohol. Nos da un chupitazo a todo el mundo y brindamos como antes. Qué sabroso, y me invita a otro. Sandro eres bien generoso, te has ganado mi propina con creces, y Pedro, el conductor, también. Conduce mucho mejor que Ramses, más precavido, con menos prisa. 

Ya de regreso rellenamos encuestas (todo me recuerda a mi trabajo jaja) puntúo de muy buena gana a Sandro. Me despido de los mallorquines ya con el insta del peque y el teléfono de la madre; también de los rumanos. Le dejo 20usd a Sandro y Pedro (pedro, pedro, pedro pé), no me parece demasiado pero acorde, he titubeado mucho en cuánto iba a dejarles.

Llegamos relativamente temprano en comparación al día siguiente, estoy cansada, ¿debería hacer una lavadora o espero a mañana? Voy al hotel, me cambio, ducho, dejo cosas, leo, me relajo. No me apetece deambular por ahí y gastar dinero, que me agobien los vendedores y sudar. Carla hoy no tiene un buen día así que no quedamos. Decido que es momento de relajarme, voy a buscar la película de Apocalypto que habla de los Mayas, recomendada por Sandro, director Mel Gibson. 

Peliculón.

Y a dormir temprano, que mañana quiero madrugar antes de ir a Isla Mujeres.

Me siento bien, satisfecha con la compra de excursiones, todavía me atormenta por no haber regateado con el collar de piedra, pero como amuleto de momento fantástico, todo ha salido a pedir de Milhouse. Al final casi no estoy sola, cuando estoy sola estoy bien, tal vez con alguien haría más por salir, por perderme y recorrer. Pero me recuerdo que no he venido a estresarme y que solo llevo 3 días. 

Me consiento.

Por cierto, esos anillos que se volvieron verdes o color cobre con el mar, han recuperado el color plata. Necesito descubrir que fenómeno es este.