(08/10/2021) la locura y el deber de una cabra montesa

El deber me llama. 

¿Qué deber? ¿El de los modelos estándar, la presión de los alegados o el intrínseco de las vísceras? ¿O es tal vez la amígdala? ¿El neocórtex?

"Antes era todo incertidumbre y ahora necesito hasta un calendario"

"Yo soy una persona muy melancólica porque siempre he vivido con el corazón partido, no lo puedo evitar. Y me gusta. Porque el extremo opuesto es la locura y también la tengo, pero es selectiva, es mi filtro."

Cierto es. 

Esa luz natural que hay en mi, atrae la vulnerabilidad de mi entorno para armonizarse con el mío más profundo. No todo son tristezas y penas, pero es más llano y simple, más básico y con suerte con menos estímulos externos. Sonreír sin embargo, hace mucho tiempo que dejé de hacerlo en cualquier situación. Al menos de verdad. De esas risas contagiosas,  de dolor de barriga y lágrimas dulces. No, no acabé siendo una aburrida. Acabé siendo selectiva. Escogiendo el grado de mi locura por afinidad. 

En las buenas es fácil estar, se dice. ¿Lo es? ¿Un humorista diría que el humor es más fácil que escribir un drama? Más bien, el humorista comprende que del drama se hace humor. Cuando conoces la intimidad de alguien tienes poder para hacerle daño, pero también tienes el poder de hacerla reír sobre sí misma. Ahí, es cuando el demonio y el ángel se abrazan sin dejar de ser demonio y ángel.