LATAM - Museos de CDMX, Frida y Paloma
Madrugo, tengo el museo de Frida a las 16h30, la intención es ir al Bosque de Chapultepec a visitar el museo Arqueológico y a lo que dé tiempo para regresar a Coyoacan al de Frida. Desayuno en el bar de confianza y voy en metro hasta el centro para hacer trasbordo con una linea de metro que es de autobús. En el camino me entretengo circulando por avenidas principales, en una de ellas están los alebrijes de la cabalgata que vi en el Zócalo a mi llegada, veo un mural con nombres escritos de varias mujeres y familiares víctimas de violencia de género, junto con sujetadores tendidos que me conmueve, y el transito habitual de la ciudad.
Llego al museo, no tengo descuento de guia (se intentó) pago la entrada y entro. El museo es cuadricular de al menos dos plantas, que empieza su recorrido en la sala a la derecha nada más entrar y de ahí sigue un recorrido cronológico (menos mal). Desde los primeros pobladores hasta la actualidad, repasa y acoge vestigios de las culturas de Mesoamérica de forma bastante ordenada. Es sorprendente encontrar aquí los restos de todas aquellas explicaciones mayas, olmecas, aztecas que he ido aprendiendo durante todo el viaje, como es la famosa Piedra del Sol o la tumba de Pakal (el gobernador extraterrestre). Me entretengo y disfruto de cada pieza que veo, no tanto así de vasijas y utensilios, aunque si de cada escultura y estatuilla con forma singular. Tenía muchas ganas de venir a este museo así que le saco el mayor partido, aunque es enorme, hay mucho por ver, sin guía y leyendo cada panel el tiempo me come enseguida.
Cuando me abrumo lo suficiente salgo del complejo pensando en lo lindo que sería tener tiempo para dedicarle, una vez más, a los misterios tras cada obra, pero el tiempo no da. A la salida del complejo hay varios jardines donde los paseadores de perros se encuentran y disfrutan del ambiente con 10 perros por barba. Es todo lo que necesitaba ver en lo que me como un sandwich, me tomo un café y me dirigo al museo de Arte Moderno.
Este es más pequeño y tampoco me hacen descuento de guía. Hay una sala con fotos en blanco y negro, no sé qué tienen estético de fotografías que sean del tipo que sean me gustan en demasía. Me adentro por las distintas obras, hay de todo, cuadros y pinturas y exposiciones materiales. Hay una que me marca con diferencia: la evolución del mundo con juguetes (desde dinosaurios hasta naves espaciales). Me encandilo de varias obras, en especial de las Dos Fridas y de otras obras de autores menos reconocidos para mi. Anoto en la libreta: Remedios Varó, Julio Ruelas, Mónica Castillo, Graciela Iturbide, Ivan Trueta. Hay una zona didáctica dispuesta a dejar garabatos, dibujos, un espejo para pintar y pinto: "Lo que es puro en la Tierra se queda - La Plazuela." Hay un jardín de esculturas que no me da tiempo a recorrer, emprendo el regreso a Coyoacán.
El transporte es más rápido de lo que pensaba, hasta las 16h15 que hago el ingreso al museo de Frida me da tiempo a tomarme una cerveza. En lo que espero me escribe Paloma que está de camino. "¿Pero al final vienes?" hablamos sobre la entrada, no creo que la dejen entrar y me confirma este hecho. Nos vemos, charlamos 10 min, y quedamos en vernos cuando termine.
No tengo problemas al entrar por haber pagado online la entrada con descuento por guía (¡vamos!) y en lo que espero en la cola charlo con unas chicas de España que van con dos americanas. Les hablo de Puerto Escondido y les doy recomendaciones, quién sabe si nos vayamos a encontrar a mi regreso.
El Museo de Frida, la casa azul, es el lugar donde Frida vivió su infancia con sus hermanxs y padres. Frida sufrió de polio y más tarde de un accidente de tranvía que la postraría en cama y la haría someterse hasta a 32 operaciones quirúrgicas. Su padre era fotógrafo, en la primera sala hay varias de estas evidencias fotográficas. En su tiempo en cama se acondiciona la cama de tal forma que le permita pintar, Frida nació para expresarse y encontrada su habilidad, lo hizo por medio de pinturas fascinantes, trambólicas y frases del tipo "Viva la vida" que por cierto escribió a poco de morir. Me maravillo de cada sección que leo, su capacidad para afrontar las adversidades no solo de su enfermedad, también estéticamente hablando, pues usaba y cosía ropajes específicos para camuflar los distintos corsés que llevó en vida (que le envío a Isa, obvio). Con y a través de Diego, conocen a un montón de personajes coetáneos con los que mantiene una relación vívida, al parecer era muy querida y admirada, considerada inteligente y divertida. Su amor con Diego es fuerte, aunque el fuese un canalla, la agasajaba con cartas que se exponen en vitrinas y con vasijas que sellan las dos iniciales como amor eterno (aunque para eterno el dilema de sus cuernos y ese amor "obsesivo" con Diego). Ambos grandes artistas y sobre todo, intelectuales del momento. Es un museo que me sabe a poco, es pequeño, pero no me deja indiferente. Frida es conocida a nivel mundial y un referente para las mujeres con todas las letras. Donde sea que estés que te guarden en gloria hermana.
En la salida me reencuentro con Paloma y vamos al centro a comer algo, es temprano pero ambas llevamos el horario trastocado. Finalmente nos decidimos por un restaurantito en la esquina con la iglesia, apuesto que no es el mejor, pero no queremos gastar mucho ni buscar más. Yo pido pasta y ella una opción vegetariana, un crepe. Charlamos largo y tendido, sobre el viaje y sobre actualidad en nuestras vidas, y a la vez me confiesa aspectos de su vida que me hacen entender lo alternativa y consciente que es como persona. Su papá en algún punto se mezcló con asuntos de los narcos y se quitó la vida en la oficina en la que trabajaba... Su mamá (a quien conozco) y ella, ambas divinas, son activas en temas espirituales, dice que fue lo que le salvó la vida.
Me siento aturdida con sus confesiones, una mezcla de agradecimiento por haberlas compartido y otra de pesar porque haya tenido que pasar por ello. También reímos y hablamos de fiestas drags (le encantan), prácticas BDSM y otros lares que no tendré la suerte de conocer en CDMX pero que sin duda disfrutaría yendo en su compañía. Ahora se cataloga como "nini", aunque hace un pequeño curso de aprendizaje sobre flores. Es una persona muy particular, me alegra haberla visto. No extendemos la noche, ella debe estudiar y yo quiero ir a la Cineteca un día más. La invito a cenar y la acompaño al metro, me alegra que haya venido.
Escojo como película El Grosor del Polvo, mexicana, una madre que busca desesperadamente a su hija desaparecida mientras la vida pasa. Una realidad latente en este país que me entristece el alma. Y me voy al depa.
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